El fin del juez de El Chapo…

CIUDAD MÉXICO.- El 18 de marzo del 2006 Excélsior inició una nueva etapa en su larga vida editorial. Tuve el honor de publicar ese día, en la primera plana, un largo reportaje en el que hablábamos del “juez de El Chapo Guzmán”: José Guadalupe Luna Altamirano, el magistrado, cercanísimo al presidente de la Suprema Corte, David Genaro Góngora Pimentel, que en todos los casos de gente relacionada con el jefe del cártel de Sinaloa, brindaba siempre y sin excepciones, la absolución de los acusados.
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Seguimos trabajando ese tema que una y otra vez desató las iras de Luna Altamirano, hasta que en julio del 2014 la justicia comenzó a perseguir al magistrado. El pasado 26 de abril, once años después de que publicáramos aquel reportaje, el juez Luna Altamirano fue destituido por el Consejo de la Judicatura.
Cuando fue acusado por primera vez judicialmente, en el 2014, contábamos aquí que “la primera vez que escuché hablar del juez José Guadalupe Luna Altamirano fue en 2005 mientras continuaba una investigación, que había iniciado desde años atrás (parte de ella está en el libro Narcotráfico y poder, Rayuela Editores, 1999) sobre los jueces relacionados con el narcotráfico. El entonces subprocurador José Luis Santiago Vasconcelos estaba escandalizado con Luna Altamirano y sus sentencias y más lo escandalizaba que al ser este hombre tan cercano al entonces presidente de la Corte, David Genaro Góngora Pimentel, todas las acciones que la PGR deseaba emprender contra Luna quedaban en nada”.
Pasaron los años y continuaron las denuncias contra Luna Altamirano. Una vez que Góngora Pimentel dejó la presidencia de la Corte, las mismas volvieron a ser presentadas por la PGR. El 10 de mayo de 2012 insistimos en este espacio sobre los casos “resueltos” por el magistrado del Tercer Tribunal Unitario de la Ciudad de México. Luna Altamirano el 11 de abril de 2008 sostuvo que no había elementos para fincarle una responsabilidad penal a Iván Archivaldo Guzmán Salazar, el hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, en los delitos de delincuencia organizada y de operaciones con recursos de procedencia ilícita. Horas después El Chapito fue puesto en libertad.
Había sido detenido en Zapopan, Jalisco, la madrugada del 14 de febrero de 2005 por un incidente de tránsito, portando una identidad falsa. “El juez Luna Altamirano, escribíamos el 10 de mayo, decidió dejarlo en libertad el 12 de abril de 2008, y desde entonces está prófugo. Apenas ayer la justicia estadounidense incorporó al Chapito en su lista de narcotraficantes con restricciones financieras y comerciales, incautando sus cuentas en Estados Unidos. Está acusado de lo mismo que lo habían acusado en México: lavado de dinero y delincuencia organizada”. Hoy El Chapito se supone que es uno de los sucesores de su padre, al frente del cártel de Sinaloa.
En ese mismo texto hablábamos de otros casos juzgados por Luna Altamirano. Recordamos que: “el 31 de mayo de 2006, y de un plumazo, el juez dejó en libertad a 20 personas acusadas, y condenadas en primera instancia, por la operación con recursos de procedencia ilícita. Los acusados habían sido detenidos en una bodega en Boca del Río, Veracruz, cuando custodiaban tres millones 150 mil dólares, ocultos en un camión que llevaba el logotipo de Praxair, destinado aparentemente para el transporte de gas pero adaptado para el traslado de droga y dinero… (los liberó) a pesar de que la detención fue parte de una larga labor de inteligencia y derivó de la detención previa, en la carretera Sonoyta-San Luis Río Colorado, de un tráiler similar, con el mismo logotipo, en el que se transportaban poco más de mil 700 paquetes de mariguana, con un peso superior a las cinco toneladas de esa droga… el juez consideró que no se podía demostrar que los detenidos supieran de la existencia de los más de tres millones de dólares ocultos en el camión que protegían y que, además, de saberlo, no se comprobaba que supieran que procedían de una fuente ilegal”.
También abordamos el caso de Sandra Ávila, La Reina del Sur, a quien el juez le otorgó un amparo que le terminó dando la libertad. El 25 de mayo de 2012, Luna Altamirano envió al periódico Excélsior una larga carta, publicada el sábado 26, donde desmentía la información que aquí habíamos proporcionado. Terminaba el texto diciendo que “requiero al periodista en cuestión para que reconsidere sus infundados y ofensivos comentarios, pues de lo contrario, me veré en la necesidad de iniciar las acciones legales correspondientes ante el daño moral del que soy objeto, ante sus deshonrosas críticas”.
No hizo falta recurrir a nada: unos días después el Consejo de la Judicatura Federal suspendió en sus funciones al magistrado Luna Altamirano para así continuar las investigaciones en su contra por sus “conductas irregulares”. En 2104, el Consejo de la Judicatura lo destituyó de su cargo, luego de que se hallaron depósitos millonarios sin explicación en sus cuentas bancarias. Apeló. El 26 de abril pasado, el CJF los destituyó definitivamente. La justicia tardó once años, pero finalmente alcanzó al juez del Chapo. Fuente. Jorge Fernández Menéndez de debate punto com, periódico digital de México.

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