Las elecciones del 2020, no son las elecciones del 2024. Cuidadito con eso. Algo que deben tomar en cuenta los oficialistas es que, no siempre lo que dicen las encuestas, no siempre es lo que sucede el día de las votaciones. Un evento repentino, lo cambia todo en cuestión de horas y la gente son las que votan. Cuidadito. OIGA Y VEA VISUAL PODCAST AQUI…
Lo único de las elecciones de 2020 que seguirá igual para el 2024, es que tendrá los mismos actores. Pero las posiciones que juegan y la coyuntura en nada se parecen. La primera diferencia es que quienes estaban en la oposición en las pasadas elecciones, hoy son gobierno.
Por tanto, no es lo mismo el Luis Abinader candidato que el Luis Abinader presidente, una diferencia del cielo a la tierra. Y la figura del presidente Abinader ha evolucionado favorablemente.
El PRM es un partido que ha ido en crecimiento y se mantiene unificado, a pesar de algunos disgustos internos por la participación, no en el Gobierno, más bien en el poder.
Los perremeístas esencialmente, pueden estar en gobierno, más no sienten que están en el poder, que no es lo mismo, ni es igual.
Desde la oposición, la primera diferencia ha sido la debacle del PLD y la subida de la FP. De hecho, el discurso para estigmatizar al partido verde, de que no tenía estructura o que Leonel es un líder sin partido, ha desaparecido. Ese relato fue vencido por el tiempo y la realidad, que siempre se imponen.
Otra realidad es que el voto que se dividió en 2019 y que facilitó el triunfo del PRM, ahora se ha unificado, lo que ha generado el mayor impacto en el escenario electoral de cara a las elecciones del próximo año.
La coyuntura de 2024, dista mucho de la que caracterizaron la elección de 2020. Fueron tantos los factores imponderables que incidieron en los pasados comicios que hasta las elecciones de febrero y mayo se realizaron en fechas extraordinarias, distintas a las que establece la Constitución. En ambos caos por razones distintas.
Esos factores no se prevé que ocurran, aunque nada es descartable. El contexto político y económico, también cambiaron. La inflación se disparó y la economía tiene un precario crecimiento en el año preelectoral.
En lo político, además de la recomposición de los partidos, hay que tomar en cuenta que podrían ir a las urnas más de un millón que no votó en 2020, además de los casi 600 mil nuevos votantes. Un mercado nada despreciable de más de un millón 600 electorales.
Algo que deben tomar en cuenta los oficialistas es que, no siempre lo que dicen las encuestas, no siempre es lo que sucede el día de las votaciones. Un evento repentino, lo cambia todo en cuestión de horas y la gente son las que votan. Cuidadito.