Todavía hay sectores del PLD y de Fuerza del Pueblo que piensan en una alianza para las elecciones del 2024, especialmente en el nivel municipal y legislativo, pero lo cierto es que ese acuerdo, si bien no ha muerto, se podría decir que está en cuidados intensivos. Todo lo ocurrido últimamente, principalmente en el PLD, aleja las posibilidades de un acercamiento entre morados y verdes. Y para mala suerte de los promotores de la alianza, hay dos factores que van en su contra. Lo primero es que los que no están a favor del acuerdo tienen argumentos de peso. Lo segundo es que, quizás no son mayoría, pero queda claro que, entre los que se oponen, se encuentran los dos principales directivos de la organización y el candidato presidencial. OIG PODCAST AQUI….
Un mal manejo.
Ya era difícil de por sí el acercamiento entre el PLD y FP, después de que, por mucho tiempo, el segundo trabajara para debilitar al primero, no por maldad, sino porque es obvio que el crecimiento de uno depende de la caída del otro. Pero si dejamos a ese factor de lado, y suponiendo que el pragmatismo debe imponerse, parecería que lo más conveniente para ambos sería que negociaran un acuerdo que les permitiera competir con éxito contra el oficialista PRM. Así pensaban muchos en ambos bandos, pero el asunto parece haber sido mal manejado o se puso en la palestra en un momento inoportuno. Lo cierto es que en el PLD se ha entendido que el tema de la alianza de algún modo frenó a dirigentes y militantes peledeístas de distintos puntos del país con aspiraciones a cargos electivos. Eso es fatal para cualquier partido, y más si se trata de uno que, como el PLD, no pasa por su mejor momento, y trata afanosamente de lograr un relanzamiento.
Demasiados ruidos.
A este punto, la alianza no solo se pone lejos, sino que habría que pensar si valdría la pena hacerla después de tantos ruidos. Los acuerdos electorales que se realizan en medio de traumas no tienen los efectos deseados. Ahí está el ejemplo de la alianza rosada.
Los riesgos de forzar una alianza.
Está más que claro que a la oposición, en sentido general, y a cada uno de sus partidos de manera individual, les conviene una alianza para las elecciones municipales, como lo plantea Miguel Vargas, presidente del PRD, quien por cierto estaría llamado a jugar un papel de mediación para la concreción de ese acuerdo. Lo que no se puede es obligar a ninguno de los partidos a sumarse a esa coalición. Cada organización tiene su propia estrategia, correcta o no, y establece sus propias metas, sean o no realistas o alcanzables, pero la agenda de un partido político no puede ser trazada por otro. Los que han estado planteando una alianza forzosa, no le hacen bien a la causa. Podrían estar trabajando para lo contrario de lo que pregonan. Además, tampoco sirve mucho una alianza impuesta, obligada. Así no se dará, y si se da, tendría resultados contraproducentes. Quizás peores que los que se obtendría si cada quién va por su lado.
Las advertencias de José Fran.
José Francisco Peña Guaba, caracterizado por ser un armador de consensos, un conciliador y, sobre todo, un dirigente curtido en carpintería política, algo que no muchos manejan, es uno de los principales promotores de la alianza entre PLD, Fuerza del Pueblo, PRD y otras organizaciones políticas, incluido el BISD, que él preside. En sus aprestos aliancistas ha hecho algunas advertencias de manera pública, específicamente al PLD, que es donde hay objeciones al acuerdo. Algunos de los pronunciamientos de Peña Guaba implican no solo un llamado a los morados para que se convenzan de la pertinencia de la alianza, sino que ha llegado a advertir, de mala manera, sobre las catastróficas consecuencias que, a su juicio, sufriría el PLD si no concurre aliado a las elecciones municipales. Obviamente, la forma que emplea, y el fondo de sus pronunciamientos, han caído muy mal a muchos peledeístas. Pero quizás eso no sea la razón de tumbar la alianza, y podría quedarse en lo anecdótico. Lo difícil será vencer la oposición que hay dentro del PLD, de un sector fuerte, en cantidad y en calidad.